En el año 2006 encontré “La Página de los Cuentos". Allí hice muy buenos críticos con mis escritos; lectores y enemigos. Antes de participar en dicha página, escribía experimentalmente, exploraba, jugaba. Nadie padecía mis escritos. Pero al ingresar a formar parte de esa comunidad las cosas cambiaron, alguien se tomaba en serio lo que yo hacía y me pregunté: ¿Por qué escribo?
Para entender, para vivir más allá de mí, para ser lo que no soy, para que nada de esto se vuelva a repetir.
También para repetir mis felicidades de infancia y sus miedos. Para volver a inventar historias revolucionarias y perversas. Para sellar la memoria. Para sanarme de no sé qué. Para olvidar; definitivamente para olvidar. Para odiar sin daño. Para mirar con ojos de papel porque escribir es saber mirar. Para intentar escribir mejor. Para trabajar. Para precisar la realidad. Para mentir y falsear sin pecar. Para vivir la libertad. Todo eso y al mismo tiempo. Para inventarme y porque no queda otra salida
Me gustaría decir que escribo “para sobrevivir a la muerte”… “deambular por el laberinto humano”… o para "expresar el ser, el Dios, en la claridad del ser-ahí del Otro", pero no sé por qué escribo, nunca se me ocurriría pensar en ese tipo de transcendencia. Me interesa mucho más entender para qué escribo.
Tal vez por contorsionista escribo, porque lo necesito, porque adoro las sorpresas, porque no quiero ser infeliz y padezco un tremendo narcisismo.
Porque de pronto las cosas en las que creía ya no valen y mis escritos siguen siendo ciertos aunque avergüencen.
Porque no estoy muriendo. Por dármelas de descubridor. Porque la felicidad está en las palabras y necesito urgentemente repetirlas, retorcerlas, rejuvenecerlas; incluso fingirlas.
Porque no sé bailar. Porque todas las cosas tienen infinitos significados. Porque leo. Porque necesito nombrar algunas cosas de nuevo, nombrar a alguien que ya olvidé, por exceso de lectura. Porque la sigo amando. Porque la deje ir. Porque lo hice. Porque es barato este delirio. Porque necesito contarme cuentos y significar visiones. Porque ordena. Porque si escribo, no hago las tareas, entonces escribo por flojera en vivir la vida.
Escribo por crear objetos de arte cuya materia es el lenguaje, porque se libera una pasión que comunica, Es cierto que comunico de mis experiencias personales pero el motivo no es el comunicar, sino el liberarme de no sé qué.
Porque no estoy muriendo. Por dármelas de descubridor. Porque la felicidad está en las palabras y necesito urgentemente repetirlas, retorcerlas, rejuvenecerlas; incluso fingirlas.
Porque no sé bailar. Porque todas las cosas tienen infinitos significados. Porque leo. Porque necesito nombrar algunas cosas de nuevo, nombrar a alguien que ya olvidé, por exceso de lectura. Porque la sigo amando. Porque la deje ir. Porque lo hice. Porque es barato este delirio. Porque necesito contarme cuentos y significar visiones. Porque ordena. Porque si escribo, no hago las tareas, entonces escribo por flojera en vivir la vida.
Escribo por crear objetos de arte cuya materia es el lenguaje, porque se libera una pasión que comunica, Es cierto que comunico de mis experiencias personales pero el motivo no es el comunicar, sino el liberarme de no sé qué.
Porque alguien me espera. Porque solo me perdonan lo que escribo. Porque alguien me espera en ese vendaval de esdrújulas barrocas. Porque un texto me contaminó. Porque no entiendo. Porque también requiero una cama de laureles, las ínfulas de divo y mi levitación periódica con su aureola de santidad edénica.
Porque me gusta ver caer la nieve y que no haga ruido. Porque no quiero hacer nada más y no soporto que me digan lo que tengo que hacer. Porque transpiro. Porque me gusta mentir. Porque me gusta teclear. Porque de ese acto no ocurrirán batallas con su número de muertes.
Porque me gusta ver caer la nieve y que no haga ruido. Porque no quiero hacer nada más y no soporto que me digan lo que tengo que hacer. Porque transpiro. Porque me gusta mentir. Porque me gusta teclear. Porque de ese acto no ocurrirán batallas con su número de muertes.
Eso sí; me gusta corregir más que escribir y para que ello ocurra, primero debo escribir. Porque se acaba el tiempo. Porque me permite estar absolutamente solo, sin nadie a quien escuchar, sin nadie a quien salvar. Por sin sentido y sin razón. Por ti y por mí.
Todo esto y más, ha sido escrito y pensado por otros y mejores, por nadie y por todos, por lo tanto no escribo para ser original si no para testimoniar lo que leí, lo que escuché, lo que alguien sopló a mi corazón, lo que no olvidé y dolió. Para llenar silencios o liberar el ruido que no permite silenciar mi mente.
Para conversar con otros textos porque en la cabeza me explota el torbellino de palabras, porque me gustan hacer amigos y rabiar a los enemigos.
Porque nadie es el mismo después del texto. Porque se es mejor persona para los Otros; incluyendo al que fui, lo cual reduce las sombras que proyecto.
Tal vez escribo para salvarme de no sé qué, ni para qué.
Porque al fin encontré una palabra que tal vez lo explique; ESCRIVIVIR.
Sigo sin saber por qué escribo pero sé que importa a otros.