PÁJAROS DE INVIERNO



Clavaré veletas
para que no las mueva el viento
y  el humo de la chimenea
será el camino de los pájaros de invierno
perdidos en el tráfico de vuelos  iniciales.
Vendrán a casa de mis madres por la estela de ese humo

Esas aves son memoria
en las hojas de mis  vacaciones invernales.
Arribarán con cantos que olvidé
cuando sueño junto a ti
porque te quedan perfectas las historias.

Guardaré el granizo de tanto atrevimiento.
A los pájaros les gusta el blanco de sus  rotundas plumas
y el vértigo perfecto de su trazo.
El granizo
es baqueta en la membrana del tambor de cada techo
y trazo de arquitecto.
A los pájaros les gusta el blanco de sus rotundas plumas
y el vértigo perfecto de su trazo.
Y sus  huevos 
con su curva de embarazo empollarán un arcoíris.

La sonrisa  del verano de mis hijos impecables
será  parida en un rayo luminoso
fugitivo y frío
y en la barriga negra de las nubes
que no es la curva comentada
clavaré la veleta como quilla.

Se me queda la luz prendida en el espejo 
por eso escapan las palabras antes de su entierro
cuando te aparece de improviso dando saltos de contenta
con naipes de soldados y diamantes
porque hablo sin temor  y desprovisto de dolientes atenuantes
cuando clavo la veleta en mi memoria.

Es que es mucho
el granizo con la nieve galopando mis tristezas
por la ausencia
por el sótano que sale de mis ojos
por el entremedio interrogante de mis muertos
porque escribo este poema en un tiempo indefinido  de mi vida
y clavó la veleta muy precisa medio a medio.

La granizada me golpea hasta la muerte de mi infancia
y me aturde torrencial
puntual
exacta. Con vocales 
me atolondran la insoportable médula sin nombre
y me asfixia ese redoble si no clavo la veleta 
de aquí a noviembre y en mi pecho

Hay mucha metafísica nevando
en la levedad del miedo centenario al recordarte
Miro los demonios por las llamas de la chimenea
mientras sube acelerado el humo de sus almas
por la veleta girando como loca en la tormenta.

Ya sé lo que haré en este invierno.
Clavaré veletas
para que no las mueva nunca el viento
con amenazas de regresos.