Según Quevedo,
puto es el hombre que
de putas fía
y puto el que sus
gustos apetece
mas puta es la mía arpía con estrías
que con odio cada día
se menea
al monóculo y escudo con fémina porfía.
Mas ríase quien mis deseos
comprendiese
y avizore mis descalabros de alegría
cuando entre sus piernas gratis se
me ofrece
el cíclope vertical de tibias heces
apoyado en el sillín del mórbido triciclo.
Putaril es la lectura de mis letras
cuanto de putillas dicen mis letrillas
por si acaso sonrieses en tus putos gélidos
babeando mujeriles pensamientos y barbillas
y es apenas lo que todo te mereces
poco más que un punto suspensivo.
Lector soez y fémina
gozad los estipendios que
prometo
al momento putaril que aquí te ofrezco
en este puto punto auténtico
y absolutamente higiénico.