Mientras tus rodillas duras
golpean mis costillas falsas
qué importa el dolor que causen
si lo que importa es que sean verdaderas.
Qué me importan los bordes de la cama
por donde te tiras de cabeza
si lo que importa
es que siempre caes donde debes.
A quien le importan los tropiezos
si las sabanas
como alas de un puñado de angelitos
golpean mis costillas falsas
qué importa el dolor que causen
si lo que importa es que sean verdaderas.
Qué me importan los bordes de la cama
por donde te tiras de cabeza
si lo que importa
es que siempre caes donde debes.
A quien le importan los tropiezos
si las sabanas
como alas de un puñado de angelitos
te
sostienen
Y el brillo de tu ojo arco egipcio
se me enreda entre las cuerdas de tus pelos
como si fuera ancla que se eleva.
Qué me importan esos cielos mal pintados
si tus labios redondean los silencios
con sus propios besos mal planchados.
Eres un averno ardiendo en mis costillas
y esqueleto de la flama es nudo ciego
cuando la eternidad
se nos enreda entre las piernas.
Y ya lo ves; nuevamente hablando estoy de ti
y zarpando están en la ventana de mi boca
Y el brillo de tu ojo arco egipcio
se me enreda entre las cuerdas de tus pelos
como si fuera ancla que se eleva.
Qué me importan esos cielos mal pintados
si tus labios redondean los silencios
con sus propios besos mal planchados.
Eres un averno ardiendo en mis costillas
y esqueleto de la flama es nudo ciego
cuando la eternidad
se nos enreda entre las piernas.
Y ya lo ves; nuevamente hablando estoy de ti
y zarpando están en la ventana de mi boca
tus
secretos rudos
Ya es mediodía con la segunda parte de mi vida
y nos matan los nudillos dela
Carmen que la puerta zamarrea
Ya es mediodía con la segunda parte de mi vida
y nos matan los nudillos de
porque
ya es muy tarde
y
se inicia la jornada.
Jamás avisarás que nunca más saldremos
y que al mismo Tiempo, venceremos.
