MARINA CARCAMO ALVAREZ


Déjame dar un gris
al pasto que el viento curva,
tocar tus velas de nieves mansas
porque me limpia.

Cede  al camino torcer los siglos.
A la gris hora de frescas piedras
son nubes pandas las viejas sombras
planeta y texto los hijos pulcros.

Cae en deleite
de alados trazos tu vuelo triste
Pero es tu risa bajo tus ojos
lavando atenta mis cicatrices.

Para Marina los huesos míos
cruzan sin vela los hemisferios
en barcos muertos de mares quietos
flotando aguas del bautisterio.

Enhiesto al viento que todo curva
sobre el paisaje avaro van mis raíces,
el duro  faro de mis hogares
y mi ruta marina bajo tu amparo.

Me lavas  siempre
Virgen lozana de nuestra sangre .